Salir de una pesadilla

La oscuridad es sofocante en una jaula de desesperación
pero incluso un eclipse desprende algo de luminosidad,
rayos que se cuelan por los resquicios de la exasperación
y que sofocan el vértigo de la percepción de profundidad.

Y en el borroso límite de la desalentadora aprehensión
romper el caparazón de la mazmorra de la taciturnidad,
y recibir una ráfaga endiablada de besos llenos de pasión
que atiborren tu autoestima de una celestial luminosidad.