Una manada indignada

Por absurdos o incomprensibles que parezcan
hay sentimientos que no deben ser ignorados.
Retener la rabia en los seres indignados
no hace más que... que los odios crezcan.

Llueven llamaradas en la ciudad del placer,
una turba violenta entona su caótica balada,
feroces lobos de una misma manada
en un bosque que ha empezado a arder.

Entre el humo se alza una figura prometedora,
ahora entiende el rol al que le asignaron,
hay mayor mérito en construir algo que en derribarlo,
y avanza a través de una bruma hedionda.

Y con el miedo infiltrado en el corazón
no se librarán con facilidad de la hipocresía.
Un juez capaz de vender a su amada familia
incluso en seres inmundos vería seducción.