El brujo y la dama

La joven dama ofrecía
sus servicios al viejo brujo,
la joven dama pretendía
encender su corazón obtuso.
Meses pasaron viendo la luz,
alquimia bendita arropó al anciano,
mas un día descubrió el engaño
y su sangre devino pus.
El sabio indagaba en su mente,
se quedó sin energía ni vida,
y bajo una sonrisa vencida
se levantó una estatua inerte.