Reckless Jesus

Relishing to set forth on a dark venture
Jesus applied himself no limit on censure.
He did want to discover his gory B side,
it was not about Dr Jekyll but Mr Hyde.






El fascismo desmedido

El fascismo desmedido comulga con su egocentrismo y arrogancia,
su sed de destrucción engendra la ceguera de su pocho corazón.
El aguilucho real ha destetado ya a sus polluelos de la lactancia 
para dejarles volar en bandada, jauría ogullosa de nuestra ablación.

Los que durante lustros han presumido de aniquilar vidas en cunetas,
se despojan de sus máscaras alentados por la voz de Su Majestad.
Pero como su odio alimenta nuestras perennes ansias de Libertad
ahora tiemblan como cobardes ante las hordas pacíficas e inquietas.

Azuza y desvanece

En su riña imperial alzó un velo de seguridad
con el fervor y la verdad de aquel viejo charlatán.

Decretada la mazmorra no hay leal que la socorra,
y el querido se amodorra ignorando su vidorra.

La princesa se conjura con insignia de aura oscura
cuando el desamor perdura en la sala de tortura.

El vello se le eriza y el tormento se desliza,
mas no se horroriza a sabiendas que agoniza.

El perdón sienta distante con efecto repugnante
por ese miserable amante de ánima farsante.

El espíritu pagano ligado a un lazo mundano
persigue a todo cristiano que alienta lo insano.

Es la triste epopeya de la Muerte y la Doncella,
espectro de tez bella que a infames degüella.