Falta de confianza

Ella creyó no merecer tal monotonía.
Incorporándose valiente invitó a su compañero.
Y mientras, el necio muchacho respondía
desde la absoluta franqueza, desde su yo verdadero:
"No intentes convencerme de mi valía,
anhelo un autoimpuesto exilio,
prefiero ser presa en una cacería
a encontrar el camino al alivio".
Y tras el fulgor de la iniciativa
se consumió tan intensa llama.
Mientras se reafirmaba en su despedida
recordó un pasaje que anunciaba:
"La bella bastarda será feliz mientras sufras,
la defraudaste hasta el punto más extremo.
Y encumbrando el monte de las brujas
ella no te dedicará ni un te quiero."