Trocito de cielo

Es amargo licor que bebo con gusto,
la conocí en una noche de alcohol,
le di mi cuerpo y recibí el suyo.
El tiempo no pasaba despacio.
Las sábanas susurraban 
la canción que sonaba en la radio.
Mi piel se estremecía al notar
su dulce y delicado tacto.
Besándola recorría su cuerpo,
abrazándola compraba 
mi trocito de cielo.
Las sábanas danzaban al ritmo de jazz,
que iba apagándose...
Mientras, Morfeo me envolvía
con hierba de sueño,
y yo me dejaba atrapar 
como ella había hecho ya.