El juramento del ronin

La osadía es el hogar del intrigado
y la cobardía un refugio mugriento.
Sobre mi espalda el vestigio de antepasados
como testimonio de un mito turbulento.

Bajo el árbol de los nueve ahorcados
mantuve la fe después del tormento,
andar por la vida con los ojos cerrados,
filtro a través del que digerir el momento.

Al romperse su sonrisa olvidé cuál era mi encargo,
querer complacer un deseo violento
no me da derecho a cometer actos amargos.

Obtendré la brújula que guiará mi aliento,
llenar la bolsa de acción y vaciarla de letargo,
soy el ronin que cumplirá su juramento.

El detractor conocido

Desde que nació le molestaba el cordón umbilical,
apreciaba el desapego del vínculo maternal.

Solo, en un infierno con su latifundio de huesos,
donde es costumbre abrazarse a los muertos.

Siempre se sintió inútil, como un león de papel
con la autoridad de una esclava de burdel.

Era guardián de sus propias profundidades,
custodio en un laberinto de polirrealidades. 

Y ahora que idolatra una diosa de fuego y hielo
no encuentra los males que habitaron su recuerdo.

Correspondencia bilateral

Ya no hay secretos que no sepamos.
Nuestra fórmula es querernos.
El vicio de poder vernos
sin pensar en errores pasados.

Aquello de lo que carezcamos
nos lo otorgaremos de modo tierno,
dejaremos una estela en el recuerdo
de alternas virtudes y pecados.

Noches furtivas de hallazgos profanos,
consecución genética de entes eternos,
indultos intensos en nuestros inviernos,
poemas surgidos de inicios sagrados.

Uno y el egocentrismo

Y si un desliz me hace feliz
eso debería ser suficiente para ti.
Y si eso entra en conflicto con tus veredictos
quizás no hemos sabido conectar.
Independencia y felicidad
van de la mano a nivel celular.
Llámalo egoísmo o egocentrismo,
llámalo romper cadenas con tu veracidad,
llámame Narciso o Dionisio,
llámame garrapata de la vanidad.
Mi cénit se alcanza en soledad,
el amor aliena mi libertad.
Ser flor de varias abejas
determina mi identidad.

Personal coach imperfecto

Concreta el foco de tus motivos, 
de tus virtudes y de tus errores, 
focalízate en los objetivos
y no en las distracciones.

Continúa aprendiendo,
cultiva la tranquilidad,
afronta los desacuerdos,
desarrolla la asertividad.

Conócete a ti mismo
y demuestra empatía,
evita el despotismo,
no abuses de la jerarquía

Y estimula el liderazgo:
dictar desde el ejemplo 
a un pupilo apasionado
será tu razón de aliento.

¡No me toques los huevos!
Tu mantra ha sido recibido,
no me dices nada nuevo,
todo es algo conocido.

Y haz algo de provecho
con tu mierda de vida...
que largaste con despecho 
a tu musa preferida.

Entrenador al tenaz acecho,
falso sensei de lo divino,
personal coach imperfecto,
míster de carajillo matutino.

El circo de los lamentos

Yo vestía gabán negro y sombrero,
ella era de un país en el que nunca estuve,
me enamoré y no me contuve,
vivimos una época de terciopelo.

Pareciera que todo iba a ser un crucero,
donde las luces de las luciérnagas se unen,
donde rituales de coito fueran costumbre,
donde amar sin pausa fuera lo primero.

Pero nunca vi un castillo en el cielo,
ni tan solo en la figura de una nube,
cuando se marchó no la detuve
y en este circo conocen mi lamento.

Carta póstuma a una hija

Que se alejen las nocivas vicisitudes,
que te arropen cuando llores,
que gire el mundo en torno a tus virtudes,
que crezcas sana y te enamores,
que encuentres las palabras
que yo no pude transmitirte,
que la gente con dos caras
no alcance a herirte,
que tu corazón no albergue conflictos,
que determines pragmática tus veredictos,
que tu amor llegue a su destino,
que te abriguen cuando sientas frío,
y si te rompen una promesa 
que no te llegue su afrenta.

Este cuento me corrompe

Mamá, este cuento me corrompe,
si no miente es que dice la verdad.
De autor anónimo y sin sobrenombre,
moraleja parida desde la inmoralidad.

Caperucita aseándose en el bosque
guiña un ojo al travesti Peter Pan.
Pulgarcito en un burdel se esconde
para espiar a la depravada sociedad.

Maléfica y su espejo que no responde,
de visita a un psicólogo sin identidad.
Simbad deseando que la marea ahonde
para partir a Ariel por la mitad.

Rapunzel se ha tatuado una esvástica
y regenta un mercado esclavista,
emocionada por herencia dinástica
reniega de toda visión altruista.

Mamá, este cuento me corrompe,
si no miente es que dice la verdad.
Si flaqueas el espíritu te rompe
y desprovee de toda integridad.

Mi mierda

Mi mierda es mi mierda y esa es mi mierda,
la mierda que escribo cuando sale de mi cerebro,
la mierda que coge forma cuando la enebro,
es aquella que transcribo y que nadie recuerda,

quizás tiene sentido o a veces no concuerda,
y envuelto en el embrollo del núcleo que resquiebro,
si me olvido una mierda pues que se conciba de nuevo,
que mi idea no perezca, que mi mierda no se pierda.

Tributo al 78

Los recuerdos de la infancia son algo esencial,
emociones que se afianzan en la raíz de tu alma,
nostalgia dispuesta para una entrada teatral
en un escenario que se proyecta en tu palma.

Flipar con Skywalker y Obi-Wan Kenobi,
ir al recreativo a derrotar a Mister Bison,
ser inexpugnable en tu fuerte playmobil,
sorprenderse con el mordisco de Tyson.

Creerse un Super Saiyan de Dragon Ball,
ver en acción a la Quinta del Buitre,
soñando ser Oliver marcando algún gol,
¡Sabrina! ¡Que esa teta no se descuide!

La bici BH que pesa un quintal,
pistas de tierra, cemento o asfalto,
heridas de guerra jugando a pillar,
o Krueger causando algún sobresalto.

Escuchar en tu walkman Roxette,
que se liase la cinta en el radiocasette,
Marco, Heidi, Érase una vez,
¿Alguien conoce a Emmanuelle?

Flipar en colores, la hostia en patinete,
Atari, Comodore, Playstation One,
Goonies, Fragel, el Libro Gordo de Petete,
"busco a Jacq's" o el helicoptero de Tulipán.

Astérix, Marsupilami, Tintín, Mortadelo,
Dragones y Mazmorras, Caballeros del Zodíaco,
las vigilantes de Baywatch -!toma Moreno!-,
Pamela Andersson fue innegable afrodisíaco.

Enrique y Ana, la muerte de Chanquete,
impregnarse de 13 Rue hasta el tuétano,
el barrio de Chema, Don Julián y Espinete,
cuando muera Ibáñez quedaré algo huérfano.

V, MacGuiver, el Equipo A, Superman,
Carmen Sandiego viajando cual golondrina,
Rodríguez de la Fuente, la Bola de Cristal, 
torres de doble pletina, alucina vecina.

Mil reminiscencias quedan por desempolvar,
no alcanzo escondrijos del mapa de mi vida,
el embrollo de la memoria desentrañar
de una infancia analógica pero muy divertida.

Deshilachando la complejidad

Es más fuerte aquel que acepta la muerte 
que el que pierde la esperanza de vivir,
pelear por un deseo que no entiendes
es algo que no deberías elegir.

Deshilachando la complejidad,
la verdad nunca es mejor de lo que esperas,
afinidad con lo irracional,
pretender ser quien no eras.

Ser un insensato acabará por destruirte,
hay cosas que solo se entienden si te pasan.
Albergabas un anhelo del que rehuiste,
y zarpó el barco dejando un rastro de espuma blanca.