Todo cambia tras los puntos suspensivos...

Encajé la puñalada, acepté la herida,
pero no la culpa de batirnos en duelo.
Me designaste miserable de vida maldita
y la función concluyó en un gran revuelo.

Fuiste proyectil que agrietaba el aire del cielo
con palabras que laceraban mi deformado sentir.
Fuiste germen del más nuevo y temido miedo
que interrumpía un corazón que no supo latir.

...

Y cuanto más lo pienso más me enervo,
en la oficina te llamaban "la cipote erecto".
Te follaste compañeros de cinco en cinco,
desde el jefe hasta a ese becario bizco.

Ibas de niña buena, pero simios salvajes, 
como tu madre, te incitaban al "bondage".
Rompe-amistades, disuelve-empresas,
tan rápido como puedes te degeneras.

...

Tras un gran inicio de avezados versos 
lo visceral ha desbordado lo inteligente,
mas me disculpo pública y manifiestamente
pues no es de nobleza usar mal el verbo.