Masturbación

Cuando un apetecible suspiro
no es más que 21 decibelios,
y el corazón papel frágil y crujiente.
Cuando de mi nada surge una figura a traición,
una silueta lacerante,
femenina y ardiente.
Cuando un beso no es más
que una foto en la pared,
y la soledad una sombra íntima y creciente…
mi mente busca una huida.
Y con ansia de apagar esta sed
reinvento momentos de placer
y disfruto del vacío de mi simiente.