La enseñanza

Pequeño es el infierno, y pequeño el infinito de mi actuación.
Ya no creo en duendes malditos porque el mundo de las ideas
está ahora reinado por la razón.
Maldigo el día en que me hice mayor porque dejé de soñar,
porque ese día me perdí en una línea recta.
He perdido el placer de la diversión,
cuando me explican lo que es la risa me sorprendo.
La música me mata y la luz me deprime.
Las sombras me escudarán desde la prisión al altar de piedra.
Los violines dejarán de sonar para dar paso al ocaso,
oscuridad eterna en el Valle del Sol, seres, invasión...
El corazón acerado se fundirá ante tu intensa mirada,
el miserable será feliz en tu regazo y el villano
envidiará al miserable por sentir el calor de tu pasión.
Habrá celos que darán muerte, y seres muertos
por el dolor de sus ancestros, que fueron miserables,
y a su vez, maestros.